¡Hola Viajero! Hoy te invito a descubrir algunos rincones de esta geografía.
Hablar de Italia es hablar de quesos, pastas y limones; de moda u opera, arte, cultura y religión; pero sobre todo de hitos históricos y una despampanante arquitectura. Ante todo, hagamos un poco de historia.
He tenido la oportunidad de viajar a Italia en 3 oportunidades y visitar varias ciudades y pueblos en diferentes regiones y conocer de manera mas detallada sobre cada lugar visitado. Aserquemonos pues a esta geografía, de mi mano y a buena hora.
Disfrutalo!
1- Milano: Una ciudad que tiene un gran número de puntos interesantes que te voy a recomendar en este blog. Pertenece a la región de Lombardía y es una de las más interesantes del norte de Italia. Una urbe que quizás no pueda presumir mucho ante el patrimonio de sus “vecinas” ciudades, pero que merece la pena visitar.
Se suele decir que Milán no tiene demasiado que ver, pero sí que existen visitas imprescindibles que hacen de ella una ciudad ciertamente especial.
En este recorrido virtual por Milano, estos son los monumentos más importantes que te propomgo:
Catedral de Milano: Se la conoce como el Duomo y es una catedral gótica enorme que está en el corazón de la urbe italiana.
Galeria Vittorio Emanuele II: Esta galería comercial es una de las más importantes del mundo. Aquí podemos encontrar las tiendas de más fama de Milán.
Teatro Alla Scala: Es uno de los monumentos de la música mundial.
Castello Sforzesco: Se construyó como fortaleza, pero hoy en día se pueden visitar varios museos en su interior.
Basilica de San Ambrosio: Está realizada con el estilo romántico lombardo.
Iglesia de San Maurizio: Una iglesia perteneciente a un convento benedictino desde sus comienzos. Un templo religioso lleno de historia que debes visitar.
Abadía de Chiaravalle: Está situada a las afueras de Milán y pertenece a los monjes cistercienses.
Iglesia de San Lorenzo Maggiore: Es la más antigua de Milán y por lo tanto del mundo. Visitada todos los años por cientos de miles de personas, es una de las más bonitas de Milán.
Estacion Central: Una de las estaciones mas grandes y hermosas de toda Europa que presume una arquitectura mezcla de estilos Art Decó y Art Nouveau.
Iglesia de San Bernardino alle Ossa: Se diferencia del resto de iglesias por su decoración a base de huesos humanos. Toda una experiencia visitarla.
Piazza Mercanti: Una de las más bellas de la ciudad. Aquí están algunos de los edificios medievales más conocidos de la ciudad.
Pinacoteca Ambrosiana: la fundó en 1618 el Cardenal Federico Borromeo, es una de mejores galerías de arte de Milán y de Italia. En ella podras ver bocetos de Leonardo Da Vinci.
Cementerio Monumental: Es un autentico museo al aire libre.
Piazza Gae Aulenti: Se inauguró en 2012 y está dedicada al arquitecto italiano.
Jardines públicos de Milán: Un aclamado espacio verde de la ciudad.
Parque Sempione: Construido a finales del siglo XIX, al estilo de los jardines ingleses.
Pinacotea di Brera: Exhibe una de las mejores colecciones de arte de Italia. En ella hay obras de de Caravaggio, Rafael y otros importantes pintores.
Museo Arqueológico de Milán: Está ubicado en el antiguo convento de San Maurizio, conteniendo hallazgos arqueológicos de varias etapas históricas.
El Naviglio: Punto de encuentro nocturno, donde se concentran los pubs, discotecas y bares mas populares de la ciudad. Un lugar con encanto.
La Ultima Cena: Esta es una de las obras de arte de más fama del mundo. Está ubicada en la iglesia de Santa María delle Grazie.
¡Disfruta de Milán!
La Iglesia de Santa Maria delle Grazie, está ubicada en: centro histórico de Milán, región de Lombardía, Italia.
Esta envidiablemente situada en el corazón de Milán. Esta excelente obra arquitectónica es un emblema de la religiosidad católica, unida indivisiblemente al fresco de Leonardo Da Vinci, La Última Cena, conservado adecuadamente.
En 1463 el duque de Milán Francisco Sforza ordenó la construcción de un convento dominico y una iglesia en el lugar donde se encontraba una pequeña capilla dedicada a santa María de las Gracias. Bajo la dirección del arquitecto Guiniforte Solari, el convento fue terminado en 1469, y la iglesia en 1482.Posteriormente, Ludovico Sforza decidió modificar el claustro y el ábside de la iglesia; las obras terminaron en 1490. En 1497, Ludovico hizo enterrar a su esposa Beatriz de Este en la iglesia, que se convirtió en lugar de sepultura de los Sforza. El tiburio (cúpula de base poligonal con techo en forma de pirámide, usada en el Renacimiento en Lombardía) ha sido atribuido a Bramante, aunque no existen pruebas de ello, salvo el hecho de que Bramante era en la época ingeniero ducal y su nombre aparece una vez en las actas de la iglesia, en la recepción de una partida de mármol en 1494. Ese mismo año el duque de Milán Ludovico Sforza encargó a Leonardo da Vinci la decoración del refectorio del convento con una representación de la Última cena de Jesús y los apóstoles. El encargo fue minuciosamente preparado por el artista, quien además ideó una nueva técnica pictórica, diferente del tradicional un buen fresco. Esta circunstancia y diversos sucesos históricos posteriores hicieron que la pintura, considerada una de las obras maestras del arte universal, sufriese una deficiente conservación. Hoy en día, de hecho, se atribuye la obra a Giovanni Antonio Amadeo. En todo caso, esta cúpula continuó en parte el estilo Gótico de la nave del edificio, pero con influencias románicas y clásicas, y con una escala más monumental. En el interior de la iglesia, en la parte más antigua, de estilo Gótico, destacan, en una capilla de la derecha, los bellos frescos con la Historia de la Pasión, de Gaudenzio Ferrari. En la misma capilla estuvo La coronación de espinas de Tiziano, hoy en el Museo del Louvre. Sobre la puerta que conduce a la sacristía hay un fresco de Bramantino; en la nave y algunas capillas trabajaron Bernardino Zenale y Bernardino Butinone. La noche del 15 de agosto de 1943, los bombardeos de las potencias aliadas afectaron a la iglesia y al convento. El refectorio quedó arrasado, aunque algunos muros se salvaron, entre ellos el que contenía La última cena de Leonardo. La iglesia conventual tiene la consideración de basílica menor desde el 22 de junio de 1993. En 1980, el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (World Heritage List de la Unesco) como uno de los máximos exponentes del arte renacentista, valorada por la extraordinaria presencia de la excepcional obra del maestro Da Vinci, excelso representante del genio creativo humano.
DA VINCI: Una visita a Milano nunca esta completa si no entras en contacto con su obra. Son varias las ubicaciones en Milán en las que se pueden contemplar obras de Da Vinci. Por fortuna, esta ciudad atesora su obra cumbre; me refiero a La última cena. Y si quieres saber donde está esta obra de Leonardo, no tienes más que dirigirte a la Iglesia de Santa Maria delle Grazie. ¿Me acompañas?
El ‘Cenacolo Vinciano’ o ‘La última cena’ de Da Vinci.
El Cenacolo Vinciano, obra maestra y mundialmente conocida de Da Vinci, fue pintada entre 1494 y 1498, durante el reinado de Ludovico el Moro, y el fresco original se puede admirar en su primera ubicación: el refectorio o comedor del antiguo convento de los dominicos de Santa Maria delle Grazie. Su fresco fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980. Además, está considerada una de las obras maestras del arte universal.
Sobre lo que antiguamente era una pequeña capilla dedicada a Santa María de las Gracias se construyo el convento y la iglesia de Santa María delle Grazie en 1463 por orden del duque de Milán, Francisco Sforza; en ella combina a la perfección los estilos góticos en su interior, en la parte más antigua, con una cúpula de estilo renacentista de Lombardía, región a la que pertenece Milán.
La Ultima Cena comparte espacio con una capilla decorada con los frescos Historia de la Pasión, de Gaudencio Ferrari. En esta misma capilla estaba el lienzo La coronación de espinas de Tiziano, actualmente en el Museo del Louvre de París. También, sobre la puerta que lleva hasta la sacristía, hay un fresco de Bramantino, y en la nave y en algunas de sus capillas, trabajos de Bernardino Zenale y Benardino Butinone, arquitectos y pintores importantes del Renacimiento italiano. Esto da la medida de cuan valioso arsenal presume esta iglesia.
En el año 1494, el duque de Milán, Ludovico Sforza, encargó a Leonardo da Vinci la decoración del comedor del convento de los dominicos con una representación de la última cena de Jesús junto a sus apóstoles. La obra, concienzudamente preparada por el artista, se basa en el Evangelio de San Juan y representa el momento en el que Jesús anuncia que será traicionado por uno de sus apóstoles. Es la única pintura mural de Da Vinci que ha llegado hasta nuestros días.
El método experimental que utilizo el artista desgraciadamente no ayudó a su buena conservación, por lo que a lo largo de los años han debido realizarse diversas restauraciones sobre la obra. La última, que ha durado cerca de 20 años, ha conseguido con éxito recuperar las partes originales de la pintura, por lo que actualmente es posible admirarla con toda su belleza original. Por aquellos días el artista utilizó un método diferente al tradicional fresco, un método nuevo que bautizó como “secco” por ser una pared seca, escogiendo el uso de la témpera sobre el yeso.
Este fresco ha dado lugar a muchas especulaciones sobre la figura de Jesús e, incluso, se han hecho películas y documentales que intentan explicar el misterio que hay detrás de esta fascinante obra.
Debido a la enorme riqueza, en todos los campos, que Leonardo Da Vinci dejó en Milán, se levantó una estatua en su honor que lleva la firma del escultor Pietro Magni. Se puede contemplar desde el siglo XIX en la Piazza della Scala.
Leonardo da Vinci es una de las figuras artísticas más importante que nos ha dejado la Historia del Arte universal. Aunque su faceta más conocida fue la de pintor, también ejerció de científico, inventor o músico.
Otra visita obligada en Milán si vas en busca del legado de Leonardo, es el majestuoso Castillo Sforzesco. Construido en el siglo XV como residencia ducal, alberga diferentes obras de Da Vinci. En la Salla delle Asse, recientemente restaurada, se halla un mural muy misterioso del artista. Además, está aquí el Códice Trivulziano, un manuscrito del artista sobre arquitectura.
En la Pinacotea Ambrosiana, una de las mejores galerías de arte de Milán, se encuentra el Codex Atlanticus, más de 1.000 páginas manuscritas con diferentes anotaciones de Da Vinci sobre diversos temas.
En el Museo de Ciencias de Milán hay una sala dedicada exclusivamente a Da Vinci, donde se exponen maquetas y modelos fabricados según las indicaciones del artista, que también fue ingeniero y científico.
Situada frente al Hipódromo de San Siro, en Milán, podemos admirar la estatua de Il Cavallo, que encargó Ludovico Sforza a Leonardo, aunque sólo le dio tiempo a construir el molde. La estatua final, siguiendo los bocetos de Da Vinci, fue construida en 1999, y es la estatua ecuestre más grande del mundo.
Grande Da Vici, ¿eh?