Seis de la manana de un día cualquiera y me disponía a bajar las escaleras del hostel. La tarde anterior había pactado con el chofer del Tuk Tuk ¨Heng Koko¨ , que nos llevara ( junto a mi nueva amiga coreana Shirley ) a conocer el pueblo flotante Chong Kneas.

No mas salir del centro de la ciudad comenzamos a notar el nivel de pobreza en que vive la gente de la periferia y mas allá del centro de la ciudad ; calles de tierra, la mayoría de las casas son de chapa de latones y basura en sus calles. Sin embargo, la gente vive con una sonrisa en la cara y siempre dispuestos a ayudar.

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El viaje desde el centro hasta el muelle nos costó 20 USD, ida y vuelta a cada uno . El trayecto fue bastante placentero , siempre con las explicaciones y comentarios de cuanto aparecía ante nuestros ojos. Casi llegando al muelle tuvimos un imprevisto que nos saco un buen susto. Resulta que nos acercamos a una zona donde el terraplén se bifurcaba y el camino de la izquierda , que era el que debíamos coger estaba mojado y como es natural y debido cuando el agua y la tierra se encuentran se convierten en fango. Mi amiga la coreana no estaba muy convencida de poder bajar la pendiente montada en el Tuk Tuk y con el suelo resbaladizo. Yo sugerí bajarnos bordear el camino y a la vez ayudar a Heng con el control del Tuk Tuk. Asi lo hicimos , el daño no llego a mayores… eso si mucha riza , y bastante fango a nuestro calzado. En el intermedio yo aproveche para hacerle una sesión de fotos a Shirley quien accedió gustosamente.

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Al llegar al embarcadero contratamos una barcaza q que tambien nos costo 20 dolares solo que esta vez nos hicimos pasar por un matrimonio y fueron 10 dolares por cada uno.  Una vez en la lancha y navegando los canales afluentes del lago , empezamos a descubrir la maravilla por la que hicimos ese viaje de casi tres horas. Se trata de asistir al habitad de comunidades que viven en casas flotantes.

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Los habitantes del pueblo flotante Chong Kneas viven enteramente sobre el lago Tonle Sap. Las viviendas, el supermercado, la iglesia el templo, el campo de básquet y la escuela , flotan en el lago. Nunca tienen una posición fija ya que por el tamaño de la comuna y la profundidad del lago y su tamaño hacen que esa posición varíe dependiendo la época del año. La gran mayoría de sus habitantes se dedica a la pesca y al turismo. Heng nos conto que su población es de aproximadamente 10 mil personas y la componen en su mayoría inmigrantes vietnamitas que llegaron allí escapando de la guerra. Estuvimos navegando un buen tramo a lago abierto y desde la barcaza logramos tener otra perspectiva de la forma en que viven en esta comunidad .

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Regresamos para deambular por dentro de la aldea e íbamos excitados por lo autentico que resultaba la excursión. De momento todo se torno turbio; alguien se acercó para comentarnos de unos ninos que huérfanos que necesitaban de la ayuda de los turistas . Yo en el plano particular ya había leído algo de eso en una pagina de viajeros , donde un matrimonio que meses antes habían visitado la region se quejaban de que habían tratado de timarlos pidiéndoles 50 dolares o la compra de algo equivalente .para donarlo. Recordé el comentario que había leído y le dije a Shirley que eso era un timo . Escuche estoicamente lo que me proponía el senor. Al tiempo que el insistía que Teníamos que acompañarlo a la tienda y comprar lo que debíamos donar en ese caso insistía en que fuera un saco de arroz. De la mejor manera le explique al senor que Yo no era turista … sino un viajero que se dedicaba a estudiar el habitad de las comunidades locales . Que era pobre , que no tenia dinero y que no podia donar nada. Aun asi segui detrás de nosotros. Quizas para a guarecernos entramos a la tienda. Lo primero que vi ante mi fueron varias variedades de pan . reconoci uno que había probado en Siem Riep que venia de esta misma zona y pedi 2 , mordí el mío y le di el otro a mi companera ; luego pensé bien y le pregunte el precio de las barras de pan; termine comprando dos dolares de barras de pan y le dije que eso era lo que podria donarles. Al señor le cambio el rostro , y a mi tambien pues la molestia que tenia era evidente.  Nos hizo ir a la supuesta escuela de los ninos huérfanos y entregarle nuestra donación al encargado quien al ver lo que tenia delante por donación , monto en cólera y hasta me dijo que alli no deberían dejar visitar a las personas que no estuvieran dispuestas a cooperar.

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Yo viré mi espalda , apreté el paso y me fui al embarcadero, convencido de que todo era un timo, pues ese es el modus operandis que utilizan con todos los turistas y los llevan al supuesto lugar donde reciben la donación que luego es sacada de alli y de vuelta al mercado para repetir una y otra vez la operación. De regreso el Tuk Tuk hubo de ser empujado loma arriba en aquel pedazo de terreno malintencionado.

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Antes de llegar al centro nos desviamos a un restaurante que nos proponía Heng. El Banana Tree Restaurant un autentico espacio gastronómico dentro de un platanal….  Con categoría de Triple B: ¨Bueno , Bonito y Barato ¨

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Espero que si decides visitar Siem Riep y optas por realizar esta excursión tengas una linda experiencia siempre sin olvidar lo que concierne al timo de los ninos huérfanos de la villa.