Bulgaria tiene todo lo que los vacacionistas buscan en un país: increíbles balnearios, rico patrimonio histórico y cultural, arquitectura interesante y museos. Sofía es la capital cultural y política del país. Los viajeros estarán particularmente interesados en la parte central de la ciudad, ya que todos los puntos de interés principales se encuentran allí. Estas son la mezquita de Banya Bashi, la iglesia de San Jorge, los baños minerales, el seminario teológico, la iglesia de San Nicolás y la catedral de Sofía. La plaza central de la ciudad es la ubicación de otro punto de referencia popular, el Museo de Historia, que exhibe el Tesoro Panagyurishte. La edad de los objetos expuestos es del siglo VI – III a. C. El tesoro fue encontrado por los arqueólogos cerca de Sofía y consiste en varias placas de oro decoradas con tallas.

VELIKO TARNOVO

Veliko Tarnovo fue capital del que es conocido como Segundo Imperio Búlgaro, entre los siglos XII y XIV. Era desde la Fortaleza de Tsarevets, que domina la población, desde donde se ejercía el poder político del país.

Sin embargo, parte del trazado urbano se debe a los años de dominación otomana, de manera que no es raro encontrar bastantes mansiones de tipo turco. Igual de interesante es el antiguo bazar otomano, el Samovodska Charshiya, convertido en punto de convergencia del movimiento conocido como Resurgimiento Nacional Búlgaro , acontecido a finales del siglo XIX. Varias de las mansiones de este barrio hacen referencia a aquel momento histórico.

En este sentido, no deben perderse el Museo del Renacimiento Búlgaro y de la Asamblea Constituyente, que se localiza en uno de los más bellos palacetes de aquella época.

Por último, merece la pena pasear por el barrio de Asenova, justo a los pies de la fortaleza de Tsaverets, y donde podremos visitar alguna viejas y bellas iglesias bizantinas, como la Iglesia de los 40 mártires, la Iglesia de San Pedro y San Pablo y la iglesia de San Demetrio.

KAZANLAK

Los tracios son uno de los pueblos más desconocidos de Europa. Ocuparon gran parte de los Balcanes a partir del III milenio a.C y son varios los vestigios que pueden visitarse en Bulgaria. En Kazanlak podemos conocer una de sus tumbas que, además, forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un tholos circular al que se accede a través de un corredor. La particularidad es que la cúpula de esta tumba tracia está decorada con pinturas al fresco que se consideran entre las más bellas del arte tracio.

En realidad, lo que actualmente se puede visitar en Kazanlak es una réplica de la tumba tracia original. Sin embargo y pese a ello, sigue siendo uno de los más importantes monumentos que hay que ver en Bulgaria.

Merece la pena también, echar un vistazo al cercano museo de Historia de Kazanlak ni que sea para visitar la célebre máscara de Oro de Teres que recuerda muchísimo a la del monarca micénico, Agamenón.

PLOVDIV

La ciudad de Plovdiv es otro destino turístico popular en Bulgaria. Plovdiv es famoso por sus antiguos monumentos arqueológicos, el más destacado es el antiguo teatro construido en el siglo II durante el reinado de Trajano. Otros lugares de interés de la antigüedad en la ciudad incluyen el Foro de la Ciudad, varias antiguas termas y basílicas. La torre del reloj, que se encuentra en la plaza central de la ciudad, fue proclamada la torre más antigua de su tipo en toda Europa.

Quizá se Plovdiv tras Sofía, la más interesante de las ciudades que hay que ver en Bulgaria. Se trata de una de las más antiguas ciudades de Europa. Testigo de ello son varios de los vestigios romanos que ire encontrando durante el paseo por la ciudad y del que el famoso teatro supone el monumento más destacado.

Sin embargo, el barrio más encantador de Plovdiv es el que es conocido como Barrio Viejo del Plovdiv y donde las mansiones y viviendas que hacen referencia al Renacimiento Nacional Búlgaro son la norma. Entre empinadas cuestas de adoquinadas y peatonales callejuelas encontraremos un sin fin de bellísimas viviendas de dos y tres pisos, pintadas todas ellas de vivos colores, que destacan por su vistoso estilo, sus bellísimos balcones y el uso de la madera.

También merece la pena disfrutar de las distintas iglesias y monasterios de la ciudad, como la iglesia de San Constantino y Santa Elena o los vestigios que hacen referencia a su pasado otomano, como la Mezquita Dzhumaya, una de las más bonitas del país.

Varna es considerada una de las ciudades más antiguas de Europa. Muchos edificios allí pertenecen al período antiguo. Varna Necrópolis es la vista más famosa de la ciudad. Las excavaciones arqueológicas nunca se detienen allí. Es posible ver los resultados de estas excavaciones en el Museo de Arqueología.