RONNIE SCOTT’S » La Meca del jazz.»

Dentro de este viaje en el Verano 2017 uno de mis destinos imperdibles fue sin duda alguna pasarme por el club de jazz más importante del mundo

Como es natural y debido destine unos $$$ para que mi visita no quedara trunca.

Ha habido dos locales nombrados por su propietario, el saxofonista británico Ronnie Scott.1

El primer club abrió sus puertas el 30 de octubre de 1959 en un sótano en el 39 Gerrard Street en el distrito londinense de Soho.

Gestionado directamente por Scott y otro saxofonista, Pete King,2​ en 1965 se trasladaron a un local más grande en el 47 Frith Street.

Desde sus inicios su nombre ha sido sinónimos de buena música y virtuosismo interpretativo de todo aquel que ha logrado pisar su escenario.

Por allí han desfilado los «gigantes» del jazz . Hablo entonces de Ella FitzGerald, Nina Simone, Oscar Peterson, su fundador Ronnie Scott, Miles Davis, Dizzy Gillespie, Amy Winehouse , Wynton Marsalis , Chris Botti , Chick Corea , Adelle, Elton John , Prince .

También lo visitaron muchísimos músicos latinos encabezados por el mismísimo Chucho Valdes.

Sus legendarias presentaciones se remontan a 1980 en solitario y junto a Irakere ,Gonzalito Rubalcaba , Gato Barbieri , Eddie Palmiere y otros tantos.

El interior del club tiene las fotos de estos «gigantes» del jazz.

Uno de sus aspectos típicos es que las paredes del club están cubiertas de fotografías de los más famosos músicos de jazz que han actuado ahí durante cinco décadas.

Las entradas para las funciones se agotan con facilidad, son caras (entre 30 y 50 libras) así como la comida y la bebida…. Yo me he dado el lujazo de la vida al cubrirlo todo.

Cuentan que en tiempos de Ronnie Scott una sola entrada servía para toda la noche e incluía dos presentaciones de los músicos.

Ahora hay dos «turnos» y una entrada sirve para uno u otro, pero no para ambas presentaciones.

Un cuento aparte es la prohibición de tomar fotos o videos.

Aún así yo me las ingenie para tener alguna instantánea del lugar y logré grabe algo desde bajo la mesa para que al menos perdurase la huella de mi paso por allí.

Estoy convencido que si regreso de visita Gran Bretana… mi paso por el Ronnie es de carácter obligatorio.

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